1. Limpia tu piel con un jabón neutro o de glicerina.
2. Aplica un producto de limpieza conveniente para tu tipo de piel dándole masajes en círculos.
3. Según tu tipo de piel, aplica una loción astringente, humectante o refrescante.
4. Para terminar, que mejor que hidratando tu piel con crema para el rostro.